Cuidados

El acero inoxidable del que están hechas las joyas de Inox es un material muy duradero y resistente a la corrosión y al óxido, lo que lo convierte en la elección perfecta para crear hermosas piezas que con los cuidados adecuados durarán toda la vida, encuentra aquí  algunos consejos para que puedas disfrutar de tus joyas durante mucho más tiempo.

  • Cuidados Básicos

- Guarda tus joyas alejadas de objetos afilados y por separado para evitar que se rayen entre si . El mejor lugar es en un organizador de joyas o en la bolsa de Inox en la que fue enviada la pieza.

- Limpia la suciedad y el aceite acumulado con un paño suave, preferiblemente de microfibra  La suciedad y el aceite acumulados oscurecerán temporalmente el aspecto de las joyas si no se limpian correctamente.

  • Lo que no debes hacer 

- Evita el contacto directo con productos químicos (lociones, perfumes, etc.), ya que estos contribuyen con la decoloración. Lo recomendable es primero aplicarte el perfume, loción, maquillaje o cualquier cosmético, esperar unos minutos, y posteriormente colocarte tus joyas.

- No duermas con tus joyas, los movimientos bruscos durante el sueño pueden dañar las piezas.

- Evita bañarte con tus joyas, pueden quedar restos de jabón o humedad que a largo plazo le irán quitando el brillo a tus joyas.


Limpieza 

    Para limpiar tus joyas de acero inoxidable puedes utilizar con un paño suave (o de microfibra) para eliminar el polvo, grasa y la suciedad que hayan adquirido y recuperar el brillo. 

    Para una limpieza más profunda 

    La forma más fácil de limpiar tus joyas de acero inoxidable es utilizar un poco de agua tibia y jabón. Recuerda utilizar un jabón suave (o de pH neutro), evita los jabones antibacteriales.

    1. Sumerge las joyas de acero en un recipiente que contenga una mezcla de jabón suave y agua tibia y déjelas reposar durante unos minutos.
    2. Con un paño suave (o de microfibra) frota las joyas. Para las zonas de difícil acceso, como las ranuras o los grabados, puedes utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves.
    3. Una vez que hayas limpiado a fondo tu joya, asegúrate de haber secado la pieza con otro paño asegurándote de no dejar restos de jabón o agua.
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